EL DOLOR ES GRANDE, PERO MOMENTANEO

Escribo esto en la mañana de lo que el mundo cristiano llama Sábado Santo, la religiosidad hace que este día para muchos sea de recogimiento, conmemorando el día que Jesús estaba muerto.

Esto me hace reflexionar en que pasaba hace unos 2000 años por la cabeza de quienes eran sus seguidores, sobre todo de sus mas cercanos, los apóstoles, sin duda alguna debe haber sido un día muy duro, el que había sido su líder, hoy estaba muerto.

Lo que ellos no pensaban era que ese inmenso dolor se convertiría en gran gozo, esa abrumante tristeza que ellos no lograban entender era el camino para el mas grande de los milagros, Dios estaba actuando, estaba haciendo todo de acuerdo a su perfecto y por qué no decirlo doloroso plan

A veces en nuestra vida diaria aparecen circunstancias que no logramos entender y al igual que los apóstoles pensamos que Jesús está muerto, momentos de gran dolor, que nos hacen pensar ¿que hemos hecho mal, en que nos hemos equivocado? e incluso llegamos a cuestionar a Dios, y al igual que los apóstoles ese día sábado, la tristeza nos abruma.

Pues bien, no perdamos la esperanza, no perdamos la fe, lo mas seguro es que sea Dios quien esté en ese preciso instante actuando en tu vida, realizando su plan perfecto, el que muchas veces no entendemos, pero que si tiene una meta, la eternidad con él.

Cuando no entendamos su plan, dejémosle actuar a él, no decaigamos; ese sábado en que el cuerpo de Jesús se encontraba en el sepulcro sus apóstoles tampoco entendían, mantengamos la fe, que no sean las circunstancias las que manejen los hilos de nuestra vida, demos gracias a Dios en todo momento, el es fiel y no nos dejará, aunque a veces nos parezca que si lo ha hecho.

Termino con el pasaje de Romanos 8:37-39 “Antes, en todas estas cosas somos mas que vencedores por medio de aquel que nos amó.Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”