Hoy vivimos en un mundo que funciona a una velocidad increible, todo parece ser urgente, nos angustiamos por lo que sucede a nuestro alrededor, muchas veces nos sentimos abatidos por las circunstancias que nos rodean, el ser cristiano pareciera no hacernos inmunes a nada y llegamos a caer en el desgano, preocupación e incluso depresión.
Sin embargo esta situación que muchas veces reclamamos como injusta no debiese ser nada sorprendente, ya Jesús nos decía "En el mundo tendreis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo".
Definitivamente nuestra condición de hijos de Dios no significa que los problemas se alejarán definitivamente de nuestras vidas, por el contrario, a veces aumentaran; es ahí cuando debemos aferrarnos con mayor fuerza a aquel que nos da Vida Eterna, a aquel que traerá paz a nuestra vida, el que calma la tempestad, Jesús, quien nos dará esa paz que sobrepasa todo entendimiento.
No olviden que en aquellos momentos, el enemigo tratará de aprovechar nuestra debilidad, y no sería extraño que alimentara sentimientos encontrados que incluso nos lleven a pensar que Dios se ha alejado de nosotros, nada mas falso que eso, si alguna vez viene algo así a tu mente, tómate de la palabra y recuerda las promesas que Dios tiene para sus hijos, recuerda que somos pasajeros en este mundo y nos espera una eternidad junto al Señor, la obra de la cruz no fue en vano.
La palabra de Dios dice en el Salmo 9:9-10:
“Jehová será refugio del pobre,
Refugio para el tiempo de angustia.
En ti confiarán los que conocen tu nombre,
por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron”.
Que Dios les bendiga
Sin embargo esta situación que muchas veces reclamamos como injusta no debiese ser nada sorprendente, ya Jesús nos decía "En el mundo tendreis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo".
Definitivamente nuestra condición de hijos de Dios no significa que los problemas se alejarán definitivamente de nuestras vidas, por el contrario, a veces aumentaran; es ahí cuando debemos aferrarnos con mayor fuerza a aquel que nos da Vida Eterna, a aquel que traerá paz a nuestra vida, el que calma la tempestad, Jesús, quien nos dará esa paz que sobrepasa todo entendimiento.
No olviden que en aquellos momentos, el enemigo tratará de aprovechar nuestra debilidad, y no sería extraño que alimentara sentimientos encontrados que incluso nos lleven a pensar que Dios se ha alejado de nosotros, nada mas falso que eso, si alguna vez viene algo así a tu mente, tómate de la palabra y recuerda las promesas que Dios tiene para sus hijos, recuerda que somos pasajeros en este mundo y nos espera una eternidad junto al Señor, la obra de la cruz no fue en vano.
La palabra de Dios dice en el Salmo 9:9-10:
“Jehová será refugio del pobre,
Refugio para el tiempo de angustia.
En ti confiarán los que conocen tu nombre,
por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron”.
Que Dios les bendiga