domingo, 24 de mayo de 2009

SEÑOR, YO QUIERO TU BENDICIÓN

He ténido un último mes particularmente difícil, lo que me ha hecho reflexionar y hoy quiero compartir con ustedes el resultado de esa reflexión

Salmo 1:1-6
"Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.
Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan.
¡Todo cuanto hace prospera!
En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento.
Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos.
Porque el Señor cuida el camino de los justos, mas la senda de los malos lleva a la perdición."

Sin duda alguna este Salmo nos da directrices a nuestra vida, directrices que muchas veces no tomamos en cuenta o definitivamente las obviamos en nuestro andar diario, lo que de una u otra forma trae consecuencias a nuestra vida, Dios por medio del salmista es claro en sus consejos, y somos nosotros los responsables de seguir lo que él nos indica.

Si nos tomáramos el tiempo de hacer un recuento de cuanto Dios nos ha bendecido día a día, creo que quedaríamos sorprendidos, es cierto que por mérito propio no somos justos, sin embargo aquellos que hemos recibido a Cristo en nuestra vida somos declarados justos por medio de él y el salmo expresa claramente que Dios cuida el camino de los justos.

A veces perdemos nuestro horizonte, y no quiero que se mal entienda lo que voy a expresar a continuación, porque estamos en todo el derecho de anhelar cosas en nuestra vida, pero, que responderíamos a interrogantes tales como:

¿Te gustaría ser millonario, o prefieres ser bendecido?
¿Te gustaría tener un auto nuevo, o prefieres ser bendecido?
¿Quieres una casa nueva, o prefieres ser bendecido?

Puede que existan incluso mas ejemplos, y en honor a la verdad no se si me gustaría ser millonario, pero si me gustaría tener un auto nuevo y también una casa nueva y quizás muchas otras cosas, pero solo si eso es producto de una bendición de Dios, es verdad que hoy no tengo nada de eso material, pero si puedo declarar con certeza que he sido bendecido, y que Dios en todos estos años no ha apartado de mi su bendición, que él ha cuidado de mi y de mi familia, que me ha dado una salvación eterna, que me ha resucitado de los muertos, que me ha llamado hijo, por eso y por mucho mas creo solo me resta decir Gracias Señor por cada día que pasa.

Por último solo decir que creo que la clave está en la obediencia a lo que Dios nos dice, a vivir lo que dice el Salmo 1 y para ser mas claro aun, a hacer nuestro lo que dice Dios en Deuteronomio 28:1-14

Bendiciones por la obediencia

"Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre:
Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo.
Benditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños.
Benditas serán tu canasta y tu mesa de amasar.
Bendito serás en el hogar, y bendito en el camino.
El Señor te concederá la victoria sobre tus enemigos. Avanzarán contra ti en perfecta formación, pero huirán en desbandada.
El Señor bendecirá tus graneros, y todo el trabajo de tus manos.
El Señor tu Dios te bendecirá en la tierra que te ha dado.
El Señor te establecerá como su pueblo santo, conforme a su juramento, si cumples sus mandamientos y andas en sus caminos. Todas las naciones de la tierra te respetarán al reconocerte como el pueblo del Señor.
El Señor te concederá abundancia de bienes: multiplicará tus hijos, tu ganado y tus cosechas en la tierra que a tus antepasados juró que te daría.
El Señor abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra, y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú les prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie. El Señor te pondrá a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos del Señor tu Dios que hoy te mando, y los obedezcas con cuidado. Jamás te apartes de ninguna de las palabras que hoy te ordeno, para seguir y servir a otros dioses."

SEÑOR, YO QUIERO TU BENDICIÓN